Parece ser que esta semana estamos de cocinitas en el blog... Realmente en esta entrada no os voy a enseñar como hago los cupcakes (o como dice el nene, las magdalenas de toda la vida con marketing 2.0), sino que os voy a contar mi opinión sobre el tema.
Hace ya algunos meses hice un curso de cupcakes. Estaba maravillada por este mundillo y me hacía ilusión aprender. El problema fue que volví desencantada del curso. No porque el curso fuera malo, de hecho la profesora fue encantadora y aprendí muchísimo, sino por lo que os cuento a continuación.
A ver si me puedo explicar bien; en el curso hicimos tres tipos de cupcakes, unos decorados con fondant (el de las flores, el del bebe y el de las fresas), otros con buttercream (el verde con flores de fondant rojas y el azul), y otro con una crema de chocolate (el que queda).
En cuanto a los decorados con fondant, tengo que decir, y lo siento si levanto ampollas, que es una guarrada. El fondant es una especie de plastilina comestible (para que nos entendamos) que modelas, haciendo la figura que quieras. Evidentemente lo modelas con las manos, y por muy limpias que tengas las manos, esas manos con el trabajo de modelaje empiezan a sudar. De hecho cuando te pasa eso tienes que ponerte maicena para que el fondant no se quede pegado a las manos. Llamadme escrupulosa si queréis pero después del sobeteo para hacer la figura en cuestión ese fondant no va al horno ni a ningún sitio en el que, con el calor, se puedan matar los gérmenes, sino que la magdalena se queda a la intemperie. Para colmo de males el fondant es tan dulce que de sabor está malísimo. Eso sí, a la vista, resultan espectaculares, yo los tengo de decoración en mi cocina.
En cuanto a los de buttercream tengo que decir que no es obvio preparar la buttercream, conseguir la consistencia adecuada no es fácil. Salvada esta dificultad, la verdad es que este tipo de cupcakes es más "higiénico" que los otros, ya que se usa usa la manga pastelera y no las manos para su decoración, por lo que no hay sobeteo posible. Estos me los comí pero no me gustó nada el sabor, muy dulces.
En cuanto a los de crema (en mi caso de chocolate) son los únicos tipos de cupcakes que me merecen la pena. Estaban ríquisimos y la preparación no es nada complicada. Despúes de hacer el curso son los únicos que como.
Y esta es mi opinión sobre el tema. ¿Vosotros que pensáis? ¡Seguro que pensais diferente, os animo a participar en los comentarios o en twitter @vivirsinmama_
Pd. Los cupcakes que muestro en las fotos son los que hice en el curso.